La veracidad de las informaciones
Tomado del libro: Periodismo,
Instructivo de Redacción
Autor: Agustín Cruz Paulino
La veracidad de
las informaciones depende, precisamente, de las características indicadas
anteriormente, principalmente de la claridad, objetividad y actualidad con que
se presenten los acontecimientos.
Es oportuno
indicar en esta parte, sin que pretendamos iniciar una amplia tesis sobre la
credibilidad informativa de un comunicador social, que muchos periodistas
pierden el respeto (dejan de ser confiables) de gran parte de la población,
porque al difundir ciertas informaciones mantienen ocultos elementos
relacionados con lo acontecido o tratan de distorsionar los hechos, y hasta
intentan restarle importancia. Pero, como todas las cosas tienen una oposición,
como ocurre con la luz y la oscuridad, lo seco y lo mojado, lo frío y lo
caliente, lo bueno y lo malo, etc., en algún segmento de la población se
inician, como de manera mecánica, las evaluaciones y juicios de la gente hacia
dichos comunicadores, los cuales muchas veces ni se enteran de que la
ciudadanía ha comenzado a observarlos de manera crítica, y como los rumores
siempre causan daños, cuando esos periodistas intentan enfrentar y destruir los
criterios negativos que giran a sus alrededores, el mal es tan grande que se
crean polémicas en torno a su seriedad profesional, causando daños difíciles de
curar en corto o mediano tiempo.
Por tales
razones, al emitir opiniones sobre un determinado acontecimiento, el periodista
debe ser sumamente cuidadoso, pues es mejor quedarse callado si no se conocen
los principales pormenores que rodean un hecho, debido a que opinar a media
siempre refleja falta de interés o incapacidad investigativa, y es muy
peligroso para la imagen del periodista dejarse encasillar con el calificativo
de incapaz, o estar desinformado.